Los españoles actuales debemos presumir con orgullo de que la grandeza de nuestro linaje y nuestro carácter lo debemos a la herencia recibida de todos los pueblos que nos han precedido en la Península Ibérica.

Manuel Saavedra

Nuestro proyecto Medina Al Andalus, configurado al margen de todo tipo de ideologías, ya sean políticas o religiosas, desea poner de manifiesto en términos de igualdad, la importancia de los diferentes pueblos que han habitado nuestra Península Ibérica, desde la Prehistoria, el Neolítico, el Megalítico, los campaniformes, la Protohistoria, con Griegos, Fenicios, Tartesios, Iberos, Celtas, y la Historia, Cartagineses, Romanos, Visigodos y Árabes. Pero queremos resaltar con orgullo entre todos ellos la etapa de Al Andalus, que, en el estudio de nuestra historia, con ser la que más tiempo duró, cerca de 800 años, es a la que en ocasiones se le da una connotación más negativa, considerándola “invasión árabe”, y a partir de ahí se hace una recreación de lo que supuso la “Reconquista” hasta conseguir la expulsión total de los invasores.  El objetivo   de nuestro proyecto no es criticar ni revisar los avatares de la historia, sino simplemente “contextualizar” los hechos, sin denostar ni criticar a los buenos o los malos, que lo son según el punto de vista que tomemos.  Estamos convencidos de que las recreaciones solo negativas de algunos hechos nos paralizan y no nos dejan crecer en una realidad equitativa, pero sabemos que, si nos apoyamos en los legados positivos, que fueron innumerables, podremos avanzar y convivir en la Paz tan necesaria. 

Y en este punto trasladar a la sociedad la importancia de creer en nuestros “Jóvenes como el auténtico motor del cambio necesario”. 

Centrándonos en la Hispania del año 711, que ya había pasado de ser provincia romana a estar ocupada por el pueblo germánico-visigodo, que, en su forma de gobierno llevaba el cáncer de la lucha por el poder. Transcurrido el tiempo, en sus luchas internas por alcanzarlo, una de las partes  provocó la llamada en su auxilio de los árabes y bereberes del otro lado del Estrecho, los cuales, una vez en nuestro suelo, procedieron a conquistarlo, dándole el nombre de Al Andalus y permaneciendo en él más tiempo que el que habían ocupado anteriormente romanos y visigodos.

El proyecto Medina Al Andalus sigue su camino tratando de concienciar que debemos estar orgullosos también de nuestro pasado andalusí. Para ello proponemos un mejor conocimiento de esos capítulos de nuestra historia que, apenas cinco siglos después, recordamos como si hubiera sido un sueño.

En el estudio de la Cultura de Al Andalus, no podemos perder de vista que, con la llegada de los árabes, la población que habitaba nuestro suelo seguiría siendo la misma, la antigua población autóctona, que había recibido influencias fenicias, griegas y cartaginesas, más tarde romanizada, y cristianizada, en una Hispania unificada por los visigodos, que le dan su propia personalidad, y que más tarde fue conquistada por árabes y bereberes, con el pueblo judío siempre independiente, pero cohesionado con unas y con otras Civilizaciones.

La llegada de los árabes añadió un ingrediente nuevo que dio como resultado una nueva Cultura, sin que cada pueblo tuviese que renunciar a las características culturales y tradiciones propias de su personalidad. Y de esta manera veremos cómo estos pueblos pudieron convivir durante siglos, en la mayor parte de la Península Ibérica: cristianos, descendientes de la antigua población hispanorromana, musulmanes, llegados desde el Norte de África o cristianos convertidos, y judíos, como elemento minoritario pero permanente. Y estas masas de población para nada cambiaron sus modos de vida, fueran regidas por emires, reyes o por califas. La población seguiría siendo la misma, lo que explica que haya reyes que se titulen orgullosamente “de las tres religiones”, pues las tres eran igualmente toleradas y practicadas, lo mismo que las costumbres y tradiciones de los respectivos ciudadanos. 

 Hoy los ciudadanos de las dos Orillas debemos estar muy orgullosos de la mezcla de todas las culturas que nos han precedido, que afortunadamente han conformado la riqueza de nuestra raza.

Defendemos que esa mezcla en el crisol de nuestro suelo de la cultura de la Hispania conquistada con la llegada del Cercano Oriente, que pasaría a llamarse “cultura andalusí”,  supuso en el orden humano  un ejemplo de convivencia, “con sus luces y sus sombras”, como en toda convivencia humana, ciertamente con disparidad de intereses, pero en la que debemos reconocer que se consiguieron los mayores niveles de progreso en todos los órdenes de la vida, pudiendo servir de ejemplo a lo largo de los siglos. Ya que nos dejaron como herencia una huella imborrable, y fuimos los primeros y más importantes exponentes del Mundo civilizado en Arquitectura, Agricultura, Arte, Cerámica, Ciencias, Astrología, Medicina, Botánica, Filosofía,  Sociología, Poesía, Literatura, Música y Cultura en general. Por todo ello, no es comprensible que aún encontremos en nuestra sociedad con una enorme ignorancia de nuestro pasado andalusí, debido fundamentalmente a una  “deformación educativa”, fruto de la manipulación e intereses políticos  en  los planes educativos que hemos recibido durante generaciones, en los que se nos ha inculcado siempre un sentimiento adverso ante todo lo que viniera de África, -miedo al moro-, poniendo más énfasis en lo que nos separa que en lo que nos une. Y todo esto unido a los mensajes del fanatismo islámico que están creando el caldo de cultivo necesario para acrecentar y justificar nuestros propios prejuicios y arquetipos sobre el mundo musulmán.

Actualmente contamos en España con magníficos arabistas e islamistas que no tienen el “altavoz” deseado y necesario para una adecuada difusión de la realidad de nuestro pasado andalusí. Tenemos, por el contrario, otros falsos intelectuales a los que su ego les lleva, en un evidente afán de notoriedad y éxito a corto plazo, que difunden falsos conceptos, sin valorar en su apología el daño que están causando en mentes que desconocen la realidad de nuestra autentica historia.

Medina Al Andalus es hoy un Proyecto Cultural Temático que pretende difundir las características de esa cultura de tolerancia y comprensión entre personas que, desconociendo la realidad de esta etapa tan importante de nuestra historia, no aprecian la influencia que todavía se mantiene viva en nuestra cultura, en tantas palabras de nuestro idioma y en muchas de las costumbres y tradiciones que utilizamos habitualmente, sin reparar en su origen andalusí. Pero que no han desaparecido, porque seguimos siendo  inconscientemente parte indeleble de ese pasado, porque el contexto de los acontecimientos históricos ha cambiado, pero que, insisto, lo seguimos teniendo  como parte de nuestro ser y valor humano,  y tenemos el derecho a reivindicar como  nuestros, evocándolo con el orgullo de haber pertenecido a una de las civilizaciones más importantes del mundo, y hoy más que nunca presumir de que al Ándalus fue y es nuestro, y que  sigue viviendo, existiendo entre nosotros, y solo lo podremos reivindicar nosotros, “Los habitantes de las dos Orillas…”

El Parque Cultural Tematico tiene que hacerse, por tanto, realidad, para que represente el tan deseado:

“Punto de Encuentro para la Paz, a través de la Cultura”

La creación de miles de puestos de trabajo para los jóvenes que se sentirán orgullosos de su pasado, estudiando nuestra historia desde un punto de vista cultural que nos ayudará a “Contextualizar” los hechos acaecidos, asumiéndolos desde su perspectiva real, sin miedo a lo que fuimos, y valorando que:

“La cultura nos hace libres”

Un Pueblo sin Cultura es el terreno mejor abonado para producir elementos que puedan ser captados por intereses extremistas. Sólo la falta de cultura puede hacernos creer que estamos en posesión de la verdad absoluta. Y ésta nos llevaría al fanatismo.  

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